La palabra japonesa juzu significa simplemente “un número de cuentas”. También son llamadas nenju. Nen significa meditar o tener en mente. Es decir que cuando nos enfrentamos al Gohonzon, el juzu nos ayuda a tener en mente los Tres Tesoros. Nichikan Shonin declara en “Los Tres Mantos de esta Escuela” que el juzu es un implemento para ayudar a los mortales comunes en su práctica budista.
El juzu de la Soka Gakkai tiene 112 cuentas excluyendo las que están en las borlas. Estas 112 cuentas representan los 108 deseos mundanos más los cuatro Bodhisattvas de la Tierra (que simbolizan la fortaleza de trabajar, eternamente, por la felicidad de todos los hombres. Estos Cuatro Bodhisattvas representan las Cuatro Virtudes de la vida del Buda: verdadero yo, eternidad, pureza y felicidad).
También se dice que estas cuentas reproducen la imagen del cuerpo humano: las tres borlas de la derecha representan la cabeza y los brazos; las dos borlas de la izquierda serían las dos piernas. En el cruce de ambas cuentas, en el medio, se ubicaría el ombligo. Ello significa que, abrazando el Gohonzon y dedicándonos a la invocación de Nam-myoho-renge-kyo podemos transformar nuestras ilusiones y sufrimientos desde el infinito pasado, tal como son, en alegría e iluminación. Cuando lo usamos, la parte con las tres borlas debe colocarse en el dedo mayor de la mano derecha, y la de las dos borlas en el dedo mayor de la mano izquierda, cruzados una vez, en el medio.
Las palmas unidas de las manos representan la fusión entre la realidad (nuestra vida) y la sabiduría (La Ley Mística). Los cinco dedos de cada mano en contacto serían la posesión mutua de los Diez Estados (ninguno de los Diez Estados existe en forma separada). Debemos tratar de evitar el frotar excesivamente las cuentas durante el gongyo y el daimoku.
Muchas personas llevan sus juzus todo el tiempo, pero no existe una regla fija y rigurosa sobre ello. Uno podría decir que es conveniente en el sentido de que teniéndolo, puede ayudar a elevar su conciencia, orgullo y sentido de responsabilidad como budista. Sin embargo, las circunstancias individuales difieren, y esto es algo que es mejor decidir caso por caso. Como en todo, lo importante es mantener la fe pura en el Gohonzon, y, sobre esa base, decidir qué hacer en cada situación.